En la vida siempre nos encontraremos con personas que suelen tener una influencia directa sobre nosotros, ya sea dentro de nuestra familia, círculo social o en nuestro lugar de trabajo. Le damos a esas personas el poder de afectarnos emocionalmente y las responsabilizamos de hacernos sentir bien o hacernos sentir mal.

Es entendible que de una u otra forma, la negatividad o malos comentarios de las demás personas terminen contagiándonos y afectando nuestra forma de pensar, estado de ánimo y hasta nuestra autoestima. ¿Alguna vez les ha sucedido?... Pues a mi si, y muy a menudo...

En el transcurrir de mi día me he visto enfrentada a situaciones de este tipo que he tenido que superar.  Comentarios y actitudes de otras personas que me hicieron mucho daño, palabras y acciones que permanecieron en mi mente por días y hasta meses… Un constante disco roto que repetía una y otra vez... “No vas a poder”, “Lo hiciste mal”, “Nunca podrás subir de cargo”, “No podrás pedir el aumento”, “¿Realmente sabes por que te contratamos en la empresa?”, “Estas gorda”, “Ya no eres la misma que conocía”... Palabras y más palabras...

Siempre pensé que esas personas eran tóxicas, pero después de pensarlo mucho, me pregunto ¿quién es realmente la tóxica aquí?  Ellas que dicen cosas, o yo que me las creo… ¿Quién me está intoxicando?  Ellas, o yo misma con mis pensamientos?

Ha exigido de mi parte, un trabajo interior muy grande, no dejarme afectar por lo que me han dicho las personas que se dedican a sabotear los sueños de otros, las personas llenas de envidia que solo tienen comentarios desobligantes que decir…  Ha requerido de mi parte un gran trabajo en no creerles, no dejarme convencer por lo que me dicen.

Hoy finalmente entendí, que cada quien es arquitecto de su propio destino,  un destino que se construye día a día, y que nadie  construirá por ti… Eres tú mujer la que debe tomar control de tu vida y hacer realidad tus sueños! 

El rumbo de tu vida lo determina una sola cosa:  ¿Dónde pones tu atención, a quien escuchas?  Escuchas las opiniones y comentarios de los demás, o escuchas los mensajes que te da tu corazón.  Tu corazón sabe el camino para el que estás preparada, el sabe donde debes ir…  ¡Escúchalo! 

Otro consejo te doy, no te compares con nadie, siempre habrá personas por encima tuyo y personas por debajo tuyo, personas mejores, personas peores…  Tu meta de cada día es ser un poco mejor de lo que eras el día anterior, así de simple.  Tu eres tu propia referencia, nadie más.

Lo que realmente debemos entender es que este tipo de personas siempre van a estar ahí, y es nuestra responsabilidad retomar ese poder personal, empoderarnos, y seguir adelante. ¡Yo Puedo, tú Puedes!

Dentro de cada una de nosotros existe una mujer creativa, todo terreno, apasionada, enamorada, somos mujeres triunfadoras, capaces de hacer mucho más de lo que nos imaginamos. La cosa es que no nos hemos dado cuenta, o se nos ha olvidado.

Por eso la Comunidad Juana Canela está aquí para ti, para caminar juntas y ayudarnos a recordar lo que realmente somos! 

Volviendo al tema de la gente tóxica, es importante que sepas, que las mujeres coherentes tenemos el coraje de alejarnos de ese tipo de personas, de decir “NO” con argumentos, de no tragar entero, de no creer todo lo que nos dicen, de cuestionar y cuestionarnos. 

Seamos mujeres con criterio y con voluntad de querer ser, porque esa voluntad te dará la posibilidad de hacer.

Trata de rodearte de gente que vibre como tu, personas honestas que te den su opinión sin sesgos y que lo hacen con la finalidad de ayudarte a ser mejor, asi como dice IGOR uno de mis escritores favoritos: “Me gusta la gente que es capaz de criticarme constructivamente de frente y no habla a espaldas de mí: esos son amigos, con ese tipo de gente me comprometo en lo que sea, así no reciba ninguna retribución económica. Ya con haber tenido esa gente a mi lado he sido retribuido”. 

“Lo mejor está por venir, pero por si acaso, ve por ello” 

#yosoyjuanacanela