Los secretos en las redes sociales, que escodes tu?
¿Quién no se ha suspirado viendo su teléfono, deseando tener aquellas vidas tan perfectas y exóticas de los personajes que seguimos en las redes sociales?
Por poner un simple ejemplo; creo que tengo una idea clara de lo que es una relación de pareja estable, pero tengo que decir que las parejas que sigo en Instagram superan mi ideal en todo sentido, están tan llenos de amor, tan felices, tan fieles y tan, tan perfectos que es casi imposible de creer, a veces me hace dudar de si mi ideal es o no real.
Es difícil dejar de admirar esos cuerpos tan perfectos, sin celulitis, sin excesos de grasa, con un color de piel maravilloso tipo canelita Hollywood que parecen sacadas del mismísimo fashion show de Victoria Secret.
Obvio que me he quedado sin aliento al ver las fotos de los viajes exóticos de mis amigos o celebridades, nunca me imagine que existieran esos destinos y paisajes, no parecen reales, no creía que en este mundo existiera tanta perfección.
Mi lado inocente a veces se pregunta si realmente elegí bien mi camino de vida, pues estoy tan lejos de ese cuento de hadas que veo todos los días en las redes sociales, sin embargo mi otro lado, mi lado más racional también se ha preguntado si ese cuento de hadas, príncipes y princesas es real.
Hemos vivido influenciadas toda la vida por las historias de princesas que eran salvadas por los príncipes azules, viviendo en un castillo y siendo felices para siempre. Estuvimos o estamos constantemente buscando ese ideal inexistente, ese príncipe azul, sin el cual no existirá un “y vivieron felices para siempre….”
Desafortunadamente para todas las soñadoras el cuento de hadas ahora viene con mas fuerza en versión con esteroides, mas moderno y tecnológico que un simple libro con ilustraciones. Ese cuento se llama: Las redes sociales.
El cuento se reinventó completamente, muchas más personas tienen acceso a él, es más dinámico, más divertido y más excitante! Es un cuento lleno de hombres y mujeres perfectos, vestidos al último grito de la moda, tienen el amor de su vida con quienes son absolutamente felices, tienen hijos saludables, viajes en aviones privados, comidas de lujo con el vino de la mejor cosecha, invitaciones a eventos VIP, simplemente viven felices sin la angustia de que nada les falta.
No puedo negar que estuve ahí, viendo fotos y videos acostada en mi cama en las noches, envidiando cada segundo de sus vidas, cuestionando tantas cosas mías; mi aspecto, mis fracasos amorosos, mis amistades falsas, mi sueldo que a veces ni siquiera alcanza. Pienso en mi mejor amiga con quien nunca he viajado, ni he hecho pijamadas con mascarillas…. Me sentí frustrada, como si me hubiera fallado a mi misma...
Hubo un momento donde deseaba con todas mis fuerzas parecerme más a esas mujeres, renegaba de mi vida y quería dejar a un lado la Juana Canela que soy.
Hice las dietas que ellas recomendaban, compré productos absurdamente caros para tener una piel de porcelana perfecta como la de ellas, intenté vestirme de una forma cool, vanguardista, con etiqueta y mucho “estilo” reventando mis tarjetas de crédito. Todo eso para qué? Para sumarme a ese ciclo de engaños donde nos hemos metido jugando a ser quienes no somos.
Sé que todas de una u otra forma hemos caído en esta trampa de los ideales inexistentes, todas hemos creído, en algún momento, las vidas “perfectas” que vemos en las redes.
Pero ponte a pensar en esto, solo podemos ver imágenes que no tienen movimiento, las fotos son una realidad enmarcada donde no hay sonido y muchas veces ni siquiera contexto. Lo que alcanzamos a ver es solo un pedacito de lo que estaba sucediendo, no podemos ver detrás de la foto, a la derecha o izquierda de ella.
De un video de 30 segundos, solo vemos eso, 30 segundos. No sabemos cuántas veces se grabó. Solo vemos lo que quién lo grabó quiere que veamos.
Para ilustrar esto quiero poner un ejemplo:
Piensa en cualquier mañana, te levantas temprano con mal genio, vas al trabajo de mala gana a enfrentarte a 8 horas de cosas pendientes por hacer, realmente no te sientes bien, estás enojada, triste, cansada, definitivamente hoy no es tu día. Sin embargo, de camino hacia la oficina, para alegrarte, compras unas flores para adornar tu escritorio.
Decides tomarle fotos donde se vea bien los colores, y subes la foto a tus redes sociales.
Ahora, recibes un montón de me gusta por esta foto. Las personas que te siguen en tus redes, se imaginan que fue tu novio quien te las regalo, empiezan a sentir que sus parejas no son tan detallistas, que nunca les han regalado flores y sienten que su relación es un fracaso, y así sin saberlo vamos día a día creando un ciclo de envidia que no para...
Las redes sociales se prestan para todo, malas interpretaciones y conceptos falsos están a la orden del día. Te puedo brindar miles de ejemplos como el anterior.
¡Ojo! No estoy diciendo que todas las personas que suben sus fotos o videos son falsas, o que estoy en contra de las redes sociales o la tecnología, por el contrario, me parece que las redes son una herramienta fundamental y muy útil si la sabemos utilizar con responsabilidad.
El problema no es lo que vemos, es lo que pensamos y creemos sobre lo que vemos, y cómo esto afecta la forma en que pensamos sobre nosotras mismas y nuestras vidas. No podemos creer todo lo que nos dicen, y menos poner en duda nuestras capacidades, debemos inspirarnos a ser mejores mujeres, pero sin perder la objetividad y dejando atrás los ideales de perfección que sólo existen en el imaginario social. No se te olvide que hay filtros, photoshop y cientos de herramientas para perfeccionar imágenes y videos.
No debemos mortificarnos cada vez que alguien sube una foto con un abdomen perfecto, no sabes que hay detrás, si son horas y horas de ejercicio y alimentación saludable o en un muy buen uso de Photoshop. Recuerda que todos podemos crear identidades falsas cuando estamos escondidos detrás de una pantalla.
Las redes también están llenas de gente maravillosa e inspiradora, está en ti buscar personas que te inspiren para bien, que te impulsen a convertirte en quien quieres llegar a ser, que te ayuden con tu rutina de ejercicio, o recomendaciones de restaurantes que puedes ir con tu pareja o amigas para salir de la rutina. Una buena recomendación de libros para empezar tu emprendimiento o recetas saludables para preparar en casa.
No todo esta perdido, calma... te tengo un tip: Hay muchas formas de utilizar las redes para nuestro beneficio y se puede hacer a través del famoso algoritmo. El algoritmo es la fórmula matemática a través de la cual las redes aprenden en que estas o no interesada, que te gusta y que no. ¿Cómo funciona? Mientras más buscas temas de tu interés, más contenido relacionado con lo que te gusta aparecerá en tu muro. Esto significa que mientras más busques mujeres con cuerpos perfectos viviendo una vida de lujo en una casa de playa, seguirás viendo mas perfiles que contengan estos temas. Si por el contrario buscas mujeres que te ayuden a elevar tu frecuencia, a ser más espiritual, que te enseñen a amarte más, a confiar más en ti misma, el algoritmo te mostrará contenido similar. Es por esta razón que tenemos que ser inteligentes y estratégicas al momento de elegir qué buscamos en las redes.
Hay muchos “influencers” que decidieron empezar a hablar de la farsa que ellos mismos crearon. Cansados de las mentiras que tenían que inventar cada día, empezaron a mostrar su verdadero “yo”, utilizando sus plataformas para exponer su realidad. Empezaron a hablar de las mentiras de las fotos, como detrás de una foto perfecta hay decenas de fotos que se tomaron en diferentes poses hasta obtener el ángulo ideal, también han hablado del enamoramiento perfecto en público que escondía una relación tóxica, la aparente vida de lujos que no podían sostener y la lista continúa...
Empecemos a generar conciencia sobre lo que es real e importante. Empecemos a utilizar nuestras redes sociales influenciando nuestro pequeño círculo siendo mujeres reales y publicando contenido real. Enseñémosle a todos a nuestro alrededor que está bien ser tú misma sin necesidad de envidiar o desear la vida de alguien más.
No te olvides que tanto en tu vida real como en tu perfil de redes sociales eres una influencer, no importa que tan pequeño sea el número de seguidores o personas que te conocen, tienes el poder de influenciar ese grupo de personas. No desperdicies esa maravillosa oportunidad para mostrarte honestamente, para decir la verdad. Nunca sabes cómo tu historia, que en tu mente es simple o poco importante, puede inspirar profundamente a alguien!
#YoSoyJuanaCanela