La importancia del espejo retrovisor
"No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; sólo puedes conectarlos mirando hacia atrás. Por lo tanto, debes confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en tu futuro". Steve Jobs
Recuerdo ese día como si fuera ayer...
Eran las 11:00 de la mañana y yo estaba en Starbucks esperando que mi hijo terminara su clase en la universidad para ir a recogerlo. Entré a mi correo electrónico y encontré un mensaje de mi jefe donde me decía que estaba despedida, sin razón aparente, sin ninguna explicación, sin previo aviso…
Mi jefe y yo éramos amigas, o al menos eso pensaba yo. Leer en su correo que yo estaba despedida, fue algo que nunca esperé de ella. Siempre pensé que la relación que teníamos era lo suficientemente importante para hablar cualquier tipo de asunto. Si en algún momento ella decidía que ya no necesitaba de mis servicios, yo hubiera esperado que me lo dijera cara a cara, pero no fue así. Traté de llamarla y no me contestó. Sentí que el mundo colapsaba bajo mis pies y una tristeza profunda me invadió, me sentí engañada, me sentí no valorada. Una avalancha de sentimientos me inundó y me quedé ahí sentada, inmóvil, con la mirada perdida, llorando como una niña.
En ese momento, sin trabajo y con todas las responsabilidades financieras que había adquirido contando con mi salario, el mundo se convirtió en un lugar oscuro y hostil. Un millón de pensamientos y preguntas llegaron: a mi edad quién me va a dar trabajo?, como voy a hacer para volver a empezar?, me voy a devolver para mi país, qué le voy a decir a mis hijos? Soy un fracaso, nada de lo que hago está bien, ni siquiera de amiga sirvo etc, etc, etc...
Me fui contra Dios, le preguntaba en mis largas caminatas porque me estaba haciendo esto, me sentía una víctima total de las circunstancias, una víctima de Dios, de mi jefe, de la vida, de este país. Realmente no fue una época fácil
Fue un proceso lento el poder adaptarme a mi nueva rutina y dejar atrás todos esos pensamientos negativos. Un día me cansé de lamentarme y decidí ponerme en acción. Convertí mi carro en Uber y empecé a trabajar, nunca era el mismo salario que hacía antes, pero por lo menos alcanzaba para pagar las cosas básicas.
Más o menos dos meses después de mi despido, una persona que había conocido en un evento dos años atrás me contactó. Fue muy sorpresiva su llamada. Me llamó para preguntarme si yo estaría interesada en trabajar con ella, pues tenía un proyecto en el que quería que yo participara. Nos encontramos en un café y desde ese día empezamos a trabajar juntas.
No puedo explicarles lo que ha significado para mí trabajar en este proyecto, las cosas que he aprendido, la cantidad de retos que he tenido. Como cada situación que tengo que resolver me da nuevas herramientas que me han ayudado a convertirme en una mejor versión de mí misma. Este nuevo trabajo me ha dado la oportunidad de reconocer la empresaria que tengo adentro, esa mujer creativa, llena de ideas, que hace que las cosas pasen. Hoy no tengo un salario, pero el dinero que tengo por mí prestación de servicios es muchísimo más de lo que ganaba trabajando por un sueldo y me siento absolutamente realizada.
Les cuento toda esta historia para retomar el discurso que en junio del 2005, Steve Jobs, cofundador de Apple, dio en una graduación en la Universidad de Stanford.
En este discurso, él habló con los estudiantes sobre su vida, como mirando la vida como en un espejo retrovisor, puedes ver como todo lo que ha pasado tiene un sentido. Jobs lo llamó "conectar los puntos".
Compartió muchos detalles de su vida, y dijo que estaba seguro de que cada evento y situación de su vida lo había ayudado a convertirse en la persona que era hoy.
Jobs les dijo: “No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante, sólo puedes conectarlos mirando hacia atrás. Tienes que confiar en que todos los puntos se conectarán de alguna manera en el futuro. Tienes que confiar en que algo te espera.”
Y yo hoy te pregunto ¿Qué ves cuando miras hacia atrás? ¿Hay eventos, circunstancias, personas o proyectos que ves al mirar atrás, que cambiaron tu vida, a darle forma? que te ayudaron a ti a cambiar? Para decirlo de otra forma ¿puedes conectar los puntos de tu vida? ¿Puedes ver el camino de tu vida observando cómo las decisiones que tomaste, las personas que conociste, las aparentes coincidencias, accidentes y fracasos te han conducido al lugar en el que estás hoy?
Y aún más importante, ¿Puedes ver esa mano protectora, que te guía y apoya, que ha estado allí durante toda tu vida ayudándote para que llegaras a este momento?
Si es así, entonces puedes decir que has visto a Dios desde atrás.
Te hago todas estas preguntas para decirte que si eres capaz de ver esto, debes tener la certeza de la presencia de Dios en tu vida, y que sabiendo esto, sea lo que sea que te depare el futuro puedes verlo con menos preocupación.
Muchas veces nos falta confianza, creemos que todo y todos están contra nosotros, pero quiero decirte que TODO lo que sucede es en tu beneficio, puede que en este momento no puedas verlo, pero lo verás en el futuro, como dice Steve Jobs, cuando mirando hacia atrás conectes los puntos.
Hoy te invito a que veas los puntos de tu vida, con la confianza de que te llevarán a un lugar maravilloso, porque aunque no podemos ver el camino completo, puedes estar segura de que te está llevando a un lugar especial que Dios tiene destinado para ti.
Hoy casi 4 años después de mi despido, quiero decirles que me siento agradecida de haber sido despedida, pues aunque en ese momento no entendí las razones, hoy mirando hacia atrás y conectando los puntos, veo que fue lo mejor que me pudo haber pasado.
#YoPuedoTuPuedes
#YoSoyJuanaCanela